Mike Quill: Del IRA al liderazgo Sindical en Estados Unidos 🇮🇪 🇺🇸

 


En la historia de la lucha por los derechos de los trabajadores y la igualdad racial en Estados Unidos, pocos nombres destacan tanto como el de Mike Quill. Nacido el 18 de septiembre de 1905 en Gortloughera Kilgarvan, Irlanda, Michael Joseph Quill, conocido cariñosamente como "Red Mike," dejó una huella indeleble en el movimiento sindical y en la lucha por la igualdad durante su vida. Esta entrada de blog se sumerge en la vida y el legado de este influyente líder sindical y defensor de los derechos civiles.

 

Un Comienzo en Irlanda y la Emigración a Estados Unidos

La vida de Mike Quill comenzó en Irlanda, donde se convirtió en un partidario activo del republicanismo irlandés. Durante la Guerra de Independencia de Irlanda y la posterior Guerra Civil Irlandesa, Quill sirvió en una columna volante* del IRA. Su participación activa en estos conflictos lo llevó a emigrar a los Estados Unidos en 1926, buscando nuevas oportunidades y escapando de un ambiente político tenso en Irlanda.


 

Del IRA a la Lucha por los Derechos de los Trabajadores

Al llegar a Nueva York, Quill encontró trabajo en el sistema de transporte público de la ciudad. Comenzó como empleado de estación del metro y luchó con las difíciles condiciones laborales y la falta de derechos laborales. Su experiencia en el IRA y su lectura de las obras de James Connolly le inspiraron a involucrarse en el sindicalismo y el activismo laboral.

 

La Fundación del Transport Workers Union (TWU)

En 1933, Quill fue uno de los líderes que buscaba crear un sindicato independiente de la compañía de transporte en la que trabajaba. Junto a un grupo de trabajadores y con el apoyo de los comunistas locales, fundó el Transport Workers Union (TWU) en 1934. Quill se destacó como un organizador efectivo y, en 1935, dejó su trabajo en el metro para dedicarse a tiempo completo a la organización sindical. En diciembre de 1935, fue elegido presidente del TWU, cargo que ocuparía hasta su fallecimiento.


 

Logros Sindicales y Lucha por la Igualdad Racial

Bajo el liderazgo de Quill, el TWU logró importantes avances para los trabajadores del transporte. En 1937, el sindicato se afilió al Congreso de Organizaciones Industriales (CIO) y, a través de elecciones de representación sindical, negoció contratos de trabajo con empresas de transporte en Nueva York, asegurando aumentos salariales y beneficios significativos para sus miembros.

Uno de los aspectos más destacados del legado de Quill fue su compromiso con la igualdad racial. Desde las primeras etapas de su liderazgo, el TWU se comprometió a apoyar a los trabajadores independientemente de su raza, creencia, color o nacionalidad. El sindicato desafió la segregación racial en el transporte y apoyó la lucha por los derechos civiles, participando en manifestaciones y huelgas a favor de la igualdad racial.


 

El Rompimiento con el Partido Comunista

A pesar de su colaboración inicial con el Partido Comunista de los Estados Unidos (CPUSA), Quill rompió con el partido en 1948 debido a diferencias políticas y cambios en la política exterior del CPUSA. A lo largo de su carrera, Quill mantuvo una postura izquierdista en la política estadounidense, condenando tanto la caza de brujas anticomunista liderada por el senador McCarthy como la Guerra de Vietnam.

 

Los Últimos Años y el Legado de Mike Quill

El punto culminante de la carrera de Quill fue su liderazgo en una huelga histórica en enero de 1966, que paralizó el transporte público de Nueva York durante doce días. Esta huelga desafiante y desafiada terminó con importantes aumentos salariales para los trabajadores del transporte, pero también llevó al arresto de Quill. Tres días después de la resolución de la huelga, Mike Quill falleció de un ataque al corazón.


 

 

* En el contexto del conflicto en Irlanda del Norte, se refiere a unidades móviles y tácticas guerrilleras del Ejército Republicano Irlandés (IRA) que llevaban a cabo operaciones militares y actividades de insurgencia en respuesta al conflicto en la región. Estas unidades eran conocidas por su capacidad de movilidad y flexibilidad en el campo de batalla.

Yeyé Santamaría. La historia nos absolverá 🇨🇺


Haydée Santamaría Cuadrado, conocida como Haydée Santamaría o "Yeyé", fue una valiente guerrillera y política cubana que desempeñó un papel significativo en la lucha revolucionaria de Cuba.

Desde su juventud, Haydée se unió a las juventudes del Partido Ortodoxo y comenzó a desafiar abiertamente la opresión del régimen. En La Habana, compartía un apartamento con su hermano Abel Santamaría, el cual se convirtió en un punto de encuentro para la juventud radical y revolucionaria de la época. Después del golpe de Estado del 10 de marzo de 1952, Haydée y Abel editaron periódicos clandestinos como "Son los Mismos" y "El Acusador", y llevaron a cabo una intensa labor de agitación política. Fue durante estos años que conoció a un joven revolucionario llamado Fidel Castro, cuyo destino se entrelazaría con el suyo.


El 26 de julio de 1953, Haydée participó en el audaz asalto al cuartel Moncada dirigido por Fidel Castro y otros miembros de las juventudes ortodoxas. Su papel crucial fue transportar armas a Santiago de Cuba para el ataque. Durante la acción, su misión consistía en tomar el Hospital Saturnino Lora para brindar atención médica a los heridos. Desafortunadamente, tras el fracaso de la acción, Haydée fue capturada y su hermano Abel, junto con su compañero sentimental Boris Luis Santa Coloma, fueron apresados y ejecutados.

Casi inmediatamente después de ser liberada, Haydée se involucró en la impresión y distribución del manifiesto "A Cuba que sufre", donde Fidel y sus compañeros de prisión manifestaron su inquebrantable determinación de continuar la lucha contra el régimen de Batista. Fue Haydée, junto con Lidia Castro y Melba Hernández, quien recopiló y organizó las notas que Fidel logró sacar de la prisión, escritas con zumo de limón. Estas notas se convirtieron en la base de su alegato en el juicio del Moncada, conocido como "La historia me absolverá" donde Fidel Castro rinde homenaje al gesto heroico de Santamaría:

«Nunca fue puesto en un lugar tan alto de heroísmo y dignidad el nombre de la mujer cubana»

 

 

En 1955, Haydée participó en la fundación del Movimiento 26 de Julio, una organización revolucionaria que jugaría un papel crucial en la lucha contra la dictadura de Batista. Desde la clandestinidad, desempeñó un papel decisivo en la reagrupación de las fuerzas revolucionarias para la lucha armada. Al año siguiente, fue una de las organizadoras de la insurrección del 30 de noviembre de 1956 en Santiago de Cuba. Esta acción tenía como objetivo brindar apoyo a los guerrilleros que se preparaban para invadir Cuba a bordo del yate Granma.

Una vez que la lucha guerrillera se desató, Haydée se unió activamente a las acciones del Movimiento 26 de Julio tanto en las ciudades como en la Sierra Maestra. Fue en este momento que se formó el pelotón Mariana Grajales del Ejército Rebelde en 1958, compuesto exclusivamente por mujeres. Haydée, junto con sus compañeras revolucionarias, luchó valientemente por la liberación de Cuba. Posteriormente, fue enviada al exilio por Fidel Castro, designada como delegada del Movimiento 26 de Julio para aglutinar fuerzas en el exterior y adquirir armas para la causa revolucionaria.


Después de la huida de Batista y el triunfo de la Revolución Cubana, Haydée trabajó brevemente en el Ministerio de Educación. Sin embargo, su mayor contribución vendría cuando Fidel le confió la misión de fundar en 1959 una institución cultural de renombre internacional: la Casa de las Américas. Bajo su liderazgo, esta institución se convirtió en un símbolo para los intelectuales y críticos de todo el mundo, y recibió a algunos de los más prestigiosos intelectuales de la época.

Roque Dalton, Haydée Santamaría, Manuel Galich, Onelio Jorge Cardoso, entre otros

La vida de Haydée Santamaría estuvo marcada por su valentía, su compromiso con la justicia social y su lucha incansable por la libertad de Cuba. Su legado perdura hasta el día de hoy como un recordatorio de la fuerza y el coraje de las mujeres en la lucha revolucionaria.

 

Medalla Haydée Santamaría

Se otorga a colectivos y ciudadanos cubanos y extranjeros, que con una vida útil y una obra Intelectual de alta calidad a lo largo de años, hayan contribuido a hacer realidad los objetivos de la Casa de las Américas. Fue establecida por Decreto-Ley 110 del 13 de marzo de 1989. Puede ser otorgada con carácter póstumo. 

En total 66 personalidades han recibido la medalla, entre ellos, Gabriel García Márquez, Mario Benedetti, Augusto Roa Bastos, Daniel Viglietti, Margaret Randall, Chico Buarque, Roberto Matta, Alicia Alonso, Oswaldo Guayasamín y Silvio Rodríguez.


 

Los Guardias Fronterizos en la Unión Soviética

En el vasto territorio de la Unión Soviética, un grupo de hombres y mujeres desempeñaron un papel crucial en la defensa de las fronteras estatales y la protección de la soberanía del país. Los Guardias Fronterizos de la Unión Soviética eran los vigilantes incansables que resguardaban las fronteras de esta potencia mundial durante décadas. En esta entrada de blog, exploraremos la importancia de su labor, su dedicación y los desafíos que enfrentaron en un contexto geopolítico único.


Guardianes de la soberanía:

Los Guardias Fronterizos soviéticos eran los escudos de defensa de la soberanía de la Unión Soviética. Su misión principal era salvaguardar las fronteras estatales, protegiendo el territorio de incursiones y amenazas externas. Su presencia constante y su firme determinación sirvieron como barrera frente a cualquier intento de violar la integridad territorial del país.


Salvaguardas de la seguridad nacional:

En un período marcado por la Guerra Fría, los Guardias Fronterizos desempeñaron un papel vital en la seguridad nacional soviética. No solo eran responsables de prevenir infiltraciones de espías y sabotajes enemigos, sino que también eran la primera línea de defensa contra actividades subversivas y amenazas internas. Su labor en la detección y neutralización de estos riesgos contribuyó a mantener la estabilidad y la seguridad del Estado.


Controladores del flujo migratorio:

La Unión Soviética fue testigo de movimientos migratorios considerables en diferentes momentos de su historia. Los Guardias Fronterizos asumieron la tarea de regular el flujo de migrantes y refugiados, asegurando que los ingresos y salidas fueran controlados y legales. Su labor fue esencial para mantener el equilibrio demográfico y proteger los intereses del país en un contexto de constantes cambios poblacionales.


Luchadores contra el contrabando y el tráfico ilegal:

Desde armas y drogas hasta bienes de contrabando, los Guardias Fronterizos soviéticos tuvieron la responsabilidad de combatir el tráfico ilegal en las fronteras del país. Su labor de patrullaje, inspecciones y detenciones permitió prevenir la entrada de productos ilícitos y preservar la seguridad interna. Su dedicación incansable en la lucha contra estas actividades ilegales fue fundamental para proteger los intereses económicos y sociales de la Unión Soviética.


Los Guardias Fronterizos de la Unión Soviética fueron guardianes incansables de la soberanía, protectores de la seguridad nacional y combatientes del tráfico ilegal. Su labor en la defensa de las fronteras estatales y la protección de los intereses del país fue invaluable. Durante décadas, estos hombres y mujeres desempeñaron un papel esencial en un contexto geopolítico complejo. Hoy, su legado perdura como un recordatorio del sacrificio y el compromiso que demostraron al servir a su país.



"El trabajo dignifica"

Desde una perspectiva marxista, la frase "el trabajo dignifica" es un lema que refleja una idea fundamental de la teoría marxista: que el trabajo es una actividad fundamentalmente humana, y que el ser humano se realiza a través de su trabajo. Sin embargo, a diferencia de lo que se puede pensar a primera vista, el trabajo no es dignificante por sí solo, sino que la dignidad del trabajo se deriva de las condiciones sociales y económicas en las que se realiza.

Marx sostenía que en las sociedades capitalistas, el trabajo no solo no dignifica, sino que es explotado. La explotación se da en el sentido de que los trabajadores no reciben la retribución justa por el valor de su trabajo, sino que una parte de su trabajo es expropiada por los dueños de los medios de producción. Así, el trabajo en una sociedad capitalista se convierte en una actividad alienante, en la que los trabajadores pierden el control sobre su propia producción y, por tanto, sobre su propia vida.

En una sociedad socialista, sin embargo, la dignidad del trabajo se restauraría. En una economía socialista, los trabajadores serían dueños de los medios de producción y, por tanto, controlarían su propia producción. El trabajo se convertiría en una actividad autónoma, creativa y liberadora, en la que los trabajadores se sentirían realizados al producir algo útil para la sociedad. Además, en una sociedad socialista, el trabajo estaría organizado de forma planificada y racional, lo que permitiría evitar el despilfarro y la sobreproducción y garantizaría que los trabajadores produjeran lo que la sociedad necesita.

Diferenciar entre modas e ideas firmes

A menudo, es difícil diferenciar entre una idea que es una moda y una idea que es firme y sostenible. Sin embargo, es importante hacer esta distinción, ya que una idea que es moda puede ser temporal y efímera, mientras que una idea firme puede tener un impacto duradero en la sociedad. Aquí hay algunos puntos a considerar para diferenciar una idea que es una moda de una idea firme:


Durabilidad

Una idea firme es aquella que se mantiene durante un período de tiempo prolongado y no está sujeta a cambios constantes. Una idea que es una moda, por otro lado, puede tener un período de popularidad limitado y estar sujeta a cambios rápidos y constantes. Algunas preguntas que podemos hacernos para ver este punto:

  • ¿Cuánto tiempo ha existido esta idea en la política?
  • ¿Ha habido cambios significativos en esta idea a lo largo del tiempo?
  • ¿Sigue siendo relevante hoy en día?
  • ¿Ha influido esta idea en otras políticas y movimientos sociales?


Relevancia

Una idea firme es relevante y tiene un impacto significativo en la sociedad a largo plazo, mientras que una idea que es una moda puede ser superficial y tener poco impacto en la sociedad.

  • ¿Por qué esta idea es importante en la política?
  • ¿Cómo se relaciona esta idea con los problemas y necesidades actuales de la sociedad?
  • ¿Esta idea es relevante para diferentes grupos y sectores de la sociedad?
  • ¿Ha habido cambios en el contexto social o político que afecten la relevancia de esta idea?


Coherencia

Una idea firme es coherente y tiene una visión clara y consistente. Una idea que es una moda puede ser inconsistente y estar influenciada por las tendencias y modas del momento.

  • ¿Cuál es la visión y objetivo de esta idea?
  • ¿Es esta idea consistente con los valores y principios fundamentales de la política?
  • ¿Ha habido cambios significativos en los enfoques o métodos utilizados para abordar esta idea?
  • ¿Hay un consenso general sobre cómo abordar esta idea?


Fundamentación

Una idea firme está fundamentada en valores y principios sólidos, mientras que una idea que es una moda puede estar basada en tendencias superficiales y efímeras.

  • ¿Cuáles son los principios y valores fundamentales que sustentan esta idea?
  • ¿Qué evidencia y datos apoyan esta idea?
  • ¿Está esta idea respaldada por expertos y académicos?
  • ¿Cómo se relaciona esta idea con otras políticas y movimientos sociales?


Contexto histórico y cultural

Una idea firme está enraizada en el contexto histórico y cultural en el que se desarrolla y puede ser relevante en diferentes momentos y lugares. Una idea que es una moda puede ser más susceptible a cambios en el contexto histórico y cultural y tener una duración limitada.

  • ¿Cómo se relaciona esta idea con la historia y cultura política del país o región?
  • ¿Ha habido cambios en la sociedad que afecten la relevancia de esta idea?
  • ¿Cómo se relaciona esta idea con los valores y creencias culturales dominantes?
  • ¿Cómo afecta la globalización y las relaciones internacionales esta idea?

En conclusión, es importante distinguir entre una idea que es una moda y una idea firme en el contexto político. Al considerar la durabilidad, la relevancia, la coherencia, la fundamentación y el contexto histórico y cultural, podemos identificar qué ideas son sostenibles y tienen un impacto duradero en la sociedad.



Nina Andreyeva: Firme defensora de Stalin y la cultura soviética

Nina Aleksándrovna Andréyeva fue una destacada química rusa, profesora, autora, activista, política y crítica social. Nació el 12 de octubre de 1938 y falleció el 24 de julio de 2020 en San Petersburgo, Rusia. Andréyeva fue una defensora ferviente de los principios soviéticos clásicos y llegó a ser conocida por su ensayo "No puedo abandonar mis principios" (en ruso: "Не могу поступаться принципами"), publicado originalmente en el periódico Sovétskaya Rossíya el 13 de marzo de 1988.

En su ensayo, Andréyeva defendió muchos aspectos del sistema soviético tradicional y criticó al Secretario General del PCUS, Mijaíl Gorbachov, y a sus seguidores más cercanos por no ser verdaderos miembros del partido comunista. El artículo causó un gran revuelo en la sociedad rusa, con los funcionarios del PCUS más ortodoxos recibiendo con satisfacción las críticas de Andréyeva, mientras que los partidarios de Gorbachov y Borís Yeltsin temían que representara una grave amenaza para ellos.

El artículo de Andréyeva citaba un informe del miembro del Comité Central del PCUS, Yegor Ligachov, y Mijaíl Gorbachov posteriormente reveló que muchos miembros del Politburó parecían compartir las opiniones de Andréyeva, pero que tuvo que obligarlos a aprobar la publicación de una respuesta oficial. La respuesta fue publicada en el diario Pravda el 5 de abril de 1988 y se tituló "El manifiesto de las fuerzas anti-perestroika".


Andréyeva desempeñó un papel de liderazgo en la formación de varias organizaciones comunistas y dirigió el comité organizador de la plataforma bolchevique del PCUS que expulsó a Gorbachov del partido en septiembre de 1991. En noviembre de 1991, se convirtió en secretaria general del Partido Comunista Bolchevique de Toda la Unión. Sin embargo, en octubre de 1993, el partido político fue suspendido temporalmente junto con otras organizaciones por orden del presidente de Rusia, Borís Yeltsin, durante la crisis constitucional rusa de 1993.

A pesar de las controversias y los altibajos en su carrera política, Andréyeva fue una figura importante en la lucha por los valores tradicionales soviéticos y la preservación de la ideología comunista. En mayo de 1995, abandonó su cargo como presidenta del comité central del partido en San Petersburgo, pero su legado y su lucha por sus principios continúan siendo recordados en Rusia hasta el día de hoy.



Viktor Deni, el arte como herramienta de transformación social

Viktor Deni fue un artista soviético nacido en Moscú en 1893 y fallecido en 1946. Fue conocido principalmente por sus obras de propaganda política y su uso de la caricatura y el humor para transmitir mensajes políticos.

Deni se graduó de la Escuela de Arte de Moscú en 1914 y comenzó su carrera como ilustrador de revistas y periódicos. En 1917, con el advenimiento de la Revolución Rusa, se unió al Partido Comunista y comenzó a trabajar como artista para el gobierno soviético.

 


En la década de 1920, Deni se convirtió en uno de los artistas más importantes del movimiento de propaganda soviética. Su trabajo se centró en la creación de carteles y obras de arte que promovían los ideales comunistas y la construcción del socialismo en la Unión Soviética.

Una de las obras más conocidas de Deni es el cartel "Muerte al capital, o bajo el talón del capital". La imagen presenta a un trabajador musculoso sosteniendo un fusil mientras que, con su pie, aplasta a un capitalista. En la parte superior del cartel, el texto en ruso dice "Muerte al capital, o bajo el talón del capital". Este cartel se convirtió en un símbolo de la lucha contra el capitalismo y la promoción del socialismo en la Unión Soviética y ha sido reproducido en todo el mundo.

 


 

Deni también fue conocido por su habilidad para utilizar el humor y la caricatura en sus obras de propaganda. Muchos de sus carteles presentaban imágenes satíricas de la sociedad capitalista y las elites burguesas, y se burlaban de las ideas políticas opuestas al comunismo.

 


 

A pesar de su éxito como artista de propaganda, Deni también fue criticado por algunos por su adhesión al realismo socialista, la corriente artística oficial en la Unión Soviética en la década de 1930, que exigía que el arte se ajustara a la ideología comunista oficial.

En conclusión, Viktor Deni fue uno de los artistas más importantes de la propaganda soviética del siglo XX, y sus obras continúan siendo reconocidas y admiradas hoy en día. A través de su arte, Deni ayudó a difundir los ideales comunistas y la construcción del socialismo en la Unión Soviética, y su uso del humor y la caricatura ayudó a hacer más accesibles y atractivas las ideas políticas del comunismo.

 



 

Vera Mukhina: la escultora soviética detrás de la estatua "El Trabajador y la Kolkhoziana"

 

Vera Mukhina fue una escultora y diseñadora soviética que creó algunas de las obras de arte más emblemáticas del régimen estalinista. Nacida en 1889 en Riga, Letonia, Mukhina se trasladó a San Petersburgo para estudiar arte a principios del siglo XX. Durante su carrera, Mukhina se dedicó a la creación de esculturas y monumentos que celebraban la fuerza y la grandeza del pueblo soviético.

Uno de los trabajos más famosos de Mukhina es la estatua monumental "El Trabajador y la Kolkhoziana", que fue erigida en la Exposición Internacional de París de 1937. Esta escultura de 25 metros de altura representa a un hombre y una mujer sosteniendo una hoz y un martillo, respectivamente, simbolizando la alianza entre los trabajadores industriales y los campesinos. La estatua se convirtió en un símbolo del comunismo soviético y es una de las obras de arte más famosas del siglo XX.


Otro trabajo destacado de Mukhina fue una serie de esculturas de los líderes soviéticos, incluyendo a Stalin y Lenin. Estas esculturas se usaron en desfiles y ceremonias oficiales y se convirtieron en iconos del gobierno de la Unión Soviética bajo el mandato de Stalin. Mukhina fue una destacada miembro del Partido Comunista y recibió numerosos honores y premios del gobierno soviético por su trabajo. 

 
Después de la muerte de Stalin en 1953, el trabajo de Mukhina y su lealtad al régimen estalinista cayeron en desgracia y fueron criticados por el nuevo liderazgo soviético. Sin embargo, su legado como una de las escultoras más importantes del siglo XX sigue siendo reconocido en todo el mundo.

Algunas obras de Vera Mukhina:

Exigimos la paz


 Monumento a Tchaikovsky

Monumento a Maxim Gorky