Nina Andreyeva: Firme defensora de Stalin y la cultura soviética

Nina Aleksándrovna Andréyeva fue una destacada química rusa, profesora, autora, activista, política y crítica social. Nació el 12 de octubre de 1938 y falleció el 24 de julio de 2020 en San Petersburgo, Rusia. Andréyeva fue una defensora ferviente de los principios soviéticos clásicos y llegó a ser conocida por su ensayo "No puedo abandonar mis principios" (en ruso: "Не могу поступаться принципами"), publicado originalmente en el periódico Sovétskaya Rossíya el 13 de marzo de 1988.

En su ensayo, Andréyeva defendió muchos aspectos del sistema soviético tradicional y criticó al Secretario General del PCUS, Mijaíl Gorbachov, y a sus seguidores más cercanos por no ser verdaderos miembros del partido comunista. El artículo causó un gran revuelo en la sociedad rusa, con los funcionarios del PCUS más ortodoxos recibiendo con satisfacción las críticas de Andréyeva, mientras que los partidarios de Gorbachov y Borís Yeltsin temían que representara una grave amenaza para ellos.

El artículo de Andréyeva citaba un informe del miembro del Comité Central del PCUS, Yegor Ligachov, y Mijaíl Gorbachov posteriormente reveló que muchos miembros del Politburó parecían compartir las opiniones de Andréyeva, pero que tuvo que obligarlos a aprobar la publicación de una respuesta oficial. La respuesta fue publicada en el diario Pravda el 5 de abril de 1988 y se tituló "El manifiesto de las fuerzas anti-perestroika".


Andréyeva desempeñó un papel de liderazgo en la formación de varias organizaciones comunistas y dirigió el comité organizador de la plataforma bolchevique del PCUS que expulsó a Gorbachov del partido en septiembre de 1991. En noviembre de 1991, se convirtió en secretaria general del Partido Comunista Bolchevique de Toda la Unión. Sin embargo, en octubre de 1993, el partido político fue suspendido temporalmente junto con otras organizaciones por orden del presidente de Rusia, Borís Yeltsin, durante la crisis constitucional rusa de 1993.

A pesar de las controversias y los altibajos en su carrera política, Andréyeva fue una figura importante en la lucha por los valores tradicionales soviéticos y la preservación de la ideología comunista. En mayo de 1995, abandonó su cargo como presidenta del comité central del partido en San Petersburgo, pero su legado y su lucha por sus principios continúan siendo recordados en Rusia hasta el día de hoy.



Viktor Deni, el arte como herramienta de transformación social

Viktor Deni fue un artista soviético nacido en Moscú en 1893 y fallecido en 1946. Fue conocido principalmente por sus obras de propaganda política y su uso de la caricatura y el humor para transmitir mensajes políticos.

Deni se graduó de la Escuela de Arte de Moscú en 1914 y comenzó su carrera como ilustrador de revistas y periódicos. En 1917, con el advenimiento de la Revolución Rusa, se unió al Partido Comunista y comenzó a trabajar como artista para el gobierno soviético.

 


En la década de 1920, Deni se convirtió en uno de los artistas más importantes del movimiento de propaganda soviética. Su trabajo se centró en la creación de carteles y obras de arte que promovían los ideales comunistas y la construcción del socialismo en la Unión Soviética.

Una de las obras más conocidas de Deni es el cartel "Muerte al capital, o bajo el talón del capital". La imagen presenta a un trabajador musculoso sosteniendo un fusil mientras que, con su pie, aplasta a un capitalista. En la parte superior del cartel, el texto en ruso dice "Muerte al capital, o bajo el talón del capital". Este cartel se convirtió en un símbolo de la lucha contra el capitalismo y la promoción del socialismo en la Unión Soviética y ha sido reproducido en todo el mundo.

 


 

Deni también fue conocido por su habilidad para utilizar el humor y la caricatura en sus obras de propaganda. Muchos de sus carteles presentaban imágenes satíricas de la sociedad capitalista y las elites burguesas, y se burlaban de las ideas políticas opuestas al comunismo.

 


 

A pesar de su éxito como artista de propaganda, Deni también fue criticado por algunos por su adhesión al realismo socialista, la corriente artística oficial en la Unión Soviética en la década de 1930, que exigía que el arte se ajustara a la ideología comunista oficial.

En conclusión, Viktor Deni fue uno de los artistas más importantes de la propaganda soviética del siglo XX, y sus obras continúan siendo reconocidas y admiradas hoy en día. A través de su arte, Deni ayudó a difundir los ideales comunistas y la construcción del socialismo en la Unión Soviética, y su uso del humor y la caricatura ayudó a hacer más accesibles y atractivas las ideas políticas del comunismo.

 



 

Vera Mukhina: la escultora soviética detrás de la estatua "El Trabajador y la Kolkhoziana"

 

Vera Mukhina fue una escultora y diseñadora soviética que creó algunas de las obras de arte más emblemáticas del régimen estalinista. Nacida en 1889 en Riga, Letonia, Mukhina se trasladó a San Petersburgo para estudiar arte a principios del siglo XX. Durante su carrera, Mukhina se dedicó a la creación de esculturas y monumentos que celebraban la fuerza y la grandeza del pueblo soviético.

Uno de los trabajos más famosos de Mukhina es la estatua monumental "El Trabajador y la Kolkhoziana", que fue erigida en la Exposición Internacional de París de 1937. Esta escultura de 25 metros de altura representa a un hombre y una mujer sosteniendo una hoz y un martillo, respectivamente, simbolizando la alianza entre los trabajadores industriales y los campesinos. La estatua se convirtió en un símbolo del comunismo soviético y es una de las obras de arte más famosas del siglo XX.


Otro trabajo destacado de Mukhina fue una serie de esculturas de los líderes soviéticos, incluyendo a Stalin y Lenin. Estas esculturas se usaron en desfiles y ceremonias oficiales y se convirtieron en iconos del gobierno de la Unión Soviética bajo el mandato de Stalin. Mukhina fue una destacada miembro del Partido Comunista y recibió numerosos honores y premios del gobierno soviético por su trabajo. 

 
Después de la muerte de Stalin en 1953, el trabajo de Mukhina y su lealtad al régimen estalinista cayeron en desgracia y fueron criticados por el nuevo liderazgo soviético. Sin embargo, su legado como una de las escultoras más importantes del siglo XX sigue siendo reconocido en todo el mundo.

Algunas obras de Vera Mukhina:

Exigimos la paz


 Monumento a Tchaikovsky

Monumento a Maxim Gorky